Nosotros hablamos y tu opinas

Sí, íbamos alegres, era un largo viaje que nos llevaba al sur afuera, el sol blanqueaba la aridez y se clavaba en la opaca ventanilla con el lento traquetear del tren el polvo hacía bailar en el vagón sus mariposas de ceniza y no se nos ocurría otra cosa que reír no queríamos llegar jamás a la ciudad del viento sin casa, sin trabajo, sin amigos la cuestión era arriesgar la primera carta del exilio.

Y ahí estábamos...

Riéndonos intentando fijar ese momento en la mitad exacta del camino soñando con bajar en la estación ilesos con la firme voluntad de comenzar de nuevo...

- La paz no es posible,
- Vocifera el líder,
- Tomaré por la fuerza lo que me pertenece.

Y los pueblos se corren de un lado a otro buscando refugio con sus pobres enseres caravanas corte de los milagros hombre sin techo sin ramas frescas.

!Un lindo Pensamiento y frases Poéticas de una hermosa Literatura...!

El cabello se cae de manera normal de 50 a 100 hebras diarias, pero a veces notamos que se nos
Cae más de lo normal y esto puede ser por varias causas temporales o permanentes, veamos todas las causas posibles.

Hormonas: En periodos de cambios hormonales como la menopausia y algunas veces en el embarazo perdemos pelo. Esto se debe al bajo nivel de estrógenos y altos niveles de testosterona (la hormona masculina) en nuestros cuerpos.
Problemas de salud: El estado general de nuestra salud afecta el cabello. Si has sufrido ciertas enfermedades recientemente, cirugías, el parto u otros problemas de salud esto puede causar la pérdida del cabello. En estos casos el cabello vuelve a la normalidad en unos pocos meses.

Herencia: Muchas mujeres sufren de formas de calvicie tal como los hombres y esto es genético. Estrés: El estrés excesivo crea desordenes hormonales y esto puede producir la pérdida del cabello
Alimentación pobre: Si hay deficiencias de nutrientes en el cuerpo puede haber pérdidas del cabello. Esto se soluciona comiendo sanamente y tomando unas multi-vitaminas. Sobre todo el complejo B y específicamente la biotina (biotin).
Anticonceptivos y otros medicamentos: Algunos anticonceptivos pueden causar la pérdida del pelo. En estos casos hay que cambiar de pastillas.

Edad: Se estima que después de los 40 tenemos solamente la mitad de los folículos que teníamos al nacer.

Problemas con la tiroides: Si hay desajustes en la tiroides una consecuencia negativa es la pérdida del cabello. Cuando los niveles se normalizan la perdida se detiene y vuelve al estado original.

Me reincorporo hoy después de la que ha sido mi primera experiencia quirúrgica y no me resisto a escribir unas líneas para valorar esta sensación. Aunque ya había oído sobre la despersonalización de la medicina, uno no termina de creérselo hasta que pasa por un trance de estos. Vale que se trataba de una –aparente- cirugía menor aunque con anestesia general y vale que para los médicos este tipo de intervenciones son minucias pero… para mi era “mi primera vez”. Como reza la tradición, la primera vez tiene que doler y vaya si dolió…

En el Hospital Madrid Norte Sanchinarro, lo primero que me llama la atención es la temperatura del antequirófano. Ahí estaba yo, con el culo al aire, apenas tapado por una sabanilla, tiritando de frío. ¿Será que estoy acongojado? Podría ser… Pero resulta que la temperatura en ese “corredor” es completamente heladora… supe que no era una exageración mía cuando empecé a ver personal de quirófano con ¡forro polar! Y ahí estábamos 6 ó 7 pacientes agarrándonos a las sábanas, castañeando los dientes y exprimiendo la sábana tratando de obtener una pizca de calor. ¿Nadie ha pensado que si el personal tiene frío, los pacientes tendrán mucho más?

La segunda sensación fue aquello de la anestesia… Oye, ha sido como tomarse cuatro gintonics de un solo golpe. Me sorprendió que en las películas parece que en cuatro segundos caen “fritos” y yo estuve dándole palique al anestesista durante unos minutos mientras me decía, sin duda para tranquilizarme, “vaya, cómo tienes las vías…. O tienes miedo o tienes frío”. Claro, uno siempre tiende a agarrarse a la segunda opción, y visto que él llevaba chaqueta y gorro y yo iba con el mundo al aire me parecía más razonable.

La parte menos agradable ha sido cuando ha empezado a elegir qué tamaño de según qué aparato me iban a colocar en la laringe… por lo visto, soy de talla grande. He preferido cerrar los ojos y disfrutar del combinado intravenoso.
La aventura continúa con el despertar de la anestesia… ¿Pero qué es esto? ¿Porqué me duelen partes del cuerpo que no me han operado y la que me han operado no me duele? Yo que esperaba un plácido despertar y lo que me encuentro es que es como si me hubieran dado una paliza monumental. A ver, que alguien me explique por qué me duelen los músculos de la piernas como si hubiera corrido cinco kilómetros; que me digan por qué tengo la espalda dolorida a lo largo y lo ancho y apenas puedo pestañear. Que me expliquen por qué tengo agujetas en el abdomen y en el tórax y cada vez que hago por mover un músculo me duele todo…

¿Qué es esto?
Lamentablemente no pude preguntárselo a nadie porque mi querido cirujano ¡se ha pirado de vacaciones dos semanas! Hizo una breve visita a la familia que esperaba en la habitación y ha desaparecido…! ¿Cómo se le habría ocurrido pensar que saber ese detalle me iba a importar? ¿Cómo me iba a dar explicaciones, a mi, a su último paciente? ¿Alguna duda?
¿Alguna pregunta? Pues ya si eso cuando vuelva… Mientras, pase por la consulta que “algún” médico le atenderá y le quitará los apósitos. ¿Cómo que algún médico? ¿Ni siquiera uno con nombre?

Pues el Dr. “Algún”, con menos ganas que espíritu me hizo las curas correspondientes y cuando ya me despachaba con viento fresco me atreví a preguntar “oiga, doctor, ¿no debería darme alguna indicación de cómo hacerme las curas en casa? Yo lo digo por aquello que he leído en “Internet” y que tiene que ver con esto…” El Dr. “Algún” se volvió como pillado en falta.

Ya es hora de que cambies tu peinado lacio por uno más sensual y elegante, como el de las estrellas de cine. Aprende como se hacen esos hermosos rizos, sigue estos pasos uno a uno y ya verás.

Luego de que tu pelo esté seco y liso divides el cabello en secciones de forma horizontal, luego tomas un mechón, mira las letras de la plancha, van hacia detrás, ponlas según tu pelo mientras más grueso es tu pelo más alto debes ponerla.

1.- Comienzas haciendo un giro con la plancha de 360 º, y con una posición vertical hasta la punta.

2.- Tomas nuevamente el mechón y sigues planchando con el pelo dentro de la plancha y esta girada, sujetarla en todo momento la punta para que no se baje, ni se escape, para que vaya recto el mechón. La punta también hay que plancharla.

3.- Al soltar el pelo con la plancha agárralo con un dedo girando hasta llegar a la punta. Así vas haciéndolo con cada mechón uno arriba y otro al lado.

Cuanto más despacio se pasa la plancha más se marca y más rizo queda. Hay mil formas de pasarla, pero esto dependerá el tipo de rizo que quieras, esta es la más fácil, y también puedes hacer maravillas.

Para que te dure un poco más de tiempo rocíale un poco de fijador.

Si quieres unos rizos más acentuados y con más volumen debes hacer el giro a 180 º y llevando la plancha hacia ti y de forma horizontal.

John Gray no estaba bromeando cuando dijo que los hombres son de Marte y las mujeres son de Venus. Las formas en que los hombres y las mujeres piensan son tan diferentes entre sí que podríamos ser de diferentes planetas. Aunque esto es divertido cuando estás en tercer grado, cuando se trata del matrimonio, una diferencia en el pensamiento puede conducir a problemas de comunicación graves. Estos problemas sólo se resuelven entendiendo primero la forma en que tu cónyuge piensa.

La manera en que piensan las mujeres

Según el rabino Aryeh Pamensky, fundador de Happywife.com y experto en relaciones, las mujeres esperan tres cosas en una relación: cariño, atención y reconocimiento. Tradicionalmente, las mujeres son las que cuidan de la casa. En el mundo de hoy, probablemente también trabajan fuera del hogar. Con un estilo de vida estresante y difícil como éste, a las mujeres les gusta que se les diga que están haciendo un gran trabajo. No importa cuántas veces lo oigan, nunca es suficiente, porque las tareas también son interminables. Además, las mujeres anhelan el amor más que otra cosa y expresan el amor prestando atención y declarando verbalmente sus sentimientos. Esperan esto a cambio de las personas a quienes aman y se sienten olvidadas o descuidadas cuando no lo reciben. Las mujeres piensan que cuando los demás responden a sus sentimientos es porque están prestando atención y se preocupan por ellos. Si una mujer tiene que explicar lo que quiere, a menudo siente que a la otra persona no le importa lo suficiente como para darse cuenta. Los expertos en relaciones Mark Knapp y Anita Vangelisti explican que las personas generalmente invierten una gran cantidad de análisis en las interacciones en el comienzo de una relación para asegurarse de que todo lo dicho sea recibido con felicidad por la otra parte. A medida que avanza la relación, sin embargo, esto generalmente disminuye de algún modo.

La manera en que los hombres piensan

Pamensky explica que la mayor necesidad del hombre es ser respetado. Los hombres desean amor, por supuesto, pero más que nada, un hombre desea sentirse como "la cabeza" que es capaz de hacer y lograr. Al igual que en las civilizaciones antiguas cuando ir a la guerra y conquistar la tierra era el epítome de la hombría, un hombre moderno necesita sentir que ha "conquistado" su mundo, lo cual se expresa por medio del respeto de quienes lo rodean. Los hombres aman a sus esposas, pero son extremadamente directos sobre sus necesidades y esperan que sus esposas sean de la misma manera. "Si ella quiere algo, debe decírmelo", es la forma de pensar de un hombre. Un hombre sabe que cuando quiere algo de su esposa, siempre lo deja claro, así que no espera algo diferente de parte de ella.

Cómo afecta al matrimonio

Las formas contrastantes de pensar obviamente sitúan a hombres y mujeres en un gran problema de comunicación. Gray explica que las mujeres esperan que los hombres averigüen lo que quieren y se sienten perjudicadas si el hombre no lo sabe, mientras que los hombres esperan que las mujeres sean claras y no entienden por qué no lo serían. Esto puede llevar a que una mujer se sienta abandonada, amargada, poco apreciada, descuidada y una amplia variedad de otras cosas, mientras que un hombre puede llegar a sentirse perdido, no seguro de lo que hizo mal, indigno de la crítica o frialdad y confundido. Knapp señala que ambas partes buscan invertir más en la relación cuando la mayoría de las interacciones y los sentimientos son positivos. Por otro lado, ambos lados se alejan si las abrumadoras emociones son negativas.

Qué hacer

Con el fin de mantener una relación saludable y feliz, los hombres y las mujeres intentarán atender a la otra forma de pensar. Una mujer debe asumir que su marido quiere hacerla feliz y sólo hay que decirle cómo, por lo que debe decirle directamente lo que quiere. Por ejemplo, si piensa que no aprecia sus cenas gourmet, debe pedirle una respuesta más positiva cuando le guste algo. Un hombre debe tratar de salir de su camino para averiguar lo que su esposa piensa o siente. Busca áreas en las que tu esposa trabaje muy duro y felicítala, como trabajar a tiempo completo o mantener el vehículo limpio. Si necesitas hacerle una crítica constructiva, exprésala entre dos elogios. No asumas que a tu esposa le encantará oírla sólo porque a tí te gustaría.

Fuente:  www.ehowenespanol.com